Nuestro equipo, altamente especializado en el diagnóstico y el tratamiento del dolor crónico, combina diferentes terapias innovadoras, mínimamente invasivas, para aliviar el dolor, mejorar la funcionalidad física y emocional, y ayudar a los pacientes a recuperar una vida plena.
Dolor crónico: una enfermedad, no un síntoma
Dolor crónico es aquel cuya duración es prolongada, mayor de tres meses. Supera el tiempo normal de reparación de los tejidos, lo que indica que existe una enfermedad, lesión o inflamación crónica, pudiendo alterar o empeorar la percepción del dolor, y generar ansiedad, depresión y trastornos del sueño.
Afecta a más del 40% de los mayores de 65 años, debido al envejecimiento natural y a la aparición de enfermedades degenerativas, como la artrosis. En jóvenes, se asocia, principalmente, con patologías musculares y óseas, cefaleas y migrañas.
Más complejo que el dolor agudo, cuya duración, inferior a tres meses, es una respuesta normal, fisiológica y predecible del organismo ante una agresión, el dolor crónico requiere una evaluación personalizada y tratamiento especializado.
Evaluación del dolor, individualizada
La percepción del dolor es subjetiva y su tolerancia, distinta en cada paciente. Sin embargo, existen sistemas eficaces para cuantificarlo, como la Escala Visual Analógica, que ayuda a situar el nivel de dolor y a comprobar su evolución. El grado de discapacidad en el trabajo y en la vida diaria que genera el dolor, también puede medirse con escalas como la de Barthel.
Los médicos rehabilitadores, Dra. Estela Martín y Dr. Eugenio Suárez, estudian el tipo de dolor, su duración, causa, intensidad y los problemas emocionales y de discapacidad que produce para, posteriormente, establecer un tratamiento individualizado y seguir su evolución.
El dolor crónico puede no tener cura, debido a la enfermedad causante, pero sí aliviarse (más de un 30%, normalmente); con ello, la calidad de vida mejora sustancialmente.
Patologías tratadas, más comunes
Hospital San José aborda un abanico muy amplio de patologías con una alta tasa de éxito.
▸ Dolor lumbar crónico: ciática, estenosis espinal y dolor postquirúrgico de espalda.
▸ Dolor cervical crónico: cervicalgia y latigazo cervical.
▸ Dolor neuropático: causado por daño a los nervios (neuropatía diabética y síndrome del túnel carpiano).
▸ Fibromialgia: dolor muscular generalizado, fatiga y sensibilidad en puntos específicos.
▸ Dolor oncológico: asociado al cáncer y sus tratamientos.
▸ Cefaleas crónicas: incluidas migrañas y dolores de cabeza tensionales.
▸ Dolor articular crónico: artrosis y artritis reumatoide.
▸ Dolor crónico de hombro y rodilla: las articulaciones que más comúnmente desarrollan dolor.
Tratamientos innovadores y eficaces
El tratamiento del dolor sigue un esquema escalonado. Se inicia con analgésicos como paracetamol o ibuprofeno. Si alcanzan su “techo terapéutico”, se pasa al siguiente nivel, con opioides menores como tramadol o codeína. Si estos no controlan el dolor, se continúa con opioides mayores, como morfina o fentanilo. También, pueden añadirse fármacos coadyuvantes.
Las técnicas de rehabilitación intervencionista,mínimamente invasivas, representan una alternativa dirigida directamente a la fuente del dolor, sin los efectos secundarios de los analgésicos sistémicos y con capacidad para evitar o retrasar intervenciones quirúrgicas: bloqueos nerviosos; estimulación eléctrica transcutánea (TENS); infiltraciones articulares y musculares; infiltraciones tendinosas y de partes blandas, e infiltraciones con toxina botulínica o ácido hialurónico, entre otras.
Estas terapias personalizadas reducen, en muchos casos, la necesidad de analgésicos y logran aliviar el dolor durante meses, e incluso, años.